Oedipus Rex, 2001
Dirección escénica: Frederic Amat
Dirección Musical: Josep Pons
¿Ópera o cantata escénica? Para Josep Pons no hay duda. Se trata de una ópera ciertamente peculiar (apenas llega a los 55 minutos de duración) pero con todos los elementos convencionales. ¿Dónde radica la diferencia? Sobre todo en su concisión. ‘No tiene obertura ni entrada del coro. Al comienzo quien entra es el narrador . No se pierde un momento ni hay una nota vana. Está escrita en latín para subrayar el carácter austero y majestuoso y no exhibe un solo ornamento’, dijo Pons.
Sin embargo, se trata de unas las grandes obras del siglo XX, escrita en 1927, y que ha influido extraordinariamente en el repertorio sinfónico y coral. Hasta tres veces tuvo que reescribir Cocteau el librero para alcanzar la concisión deseada por Stravinski. Pero frente a otros montajes anteriores, la versión que esta noche se estrena en el palacio de Carlos V, partiendo del respeto al espíritu monacal con el que fue concebida, ha apostado por un mayor dinamismo.
Para ello se ha encargado al coreógrafo Cesc Gelabert el movimiento del coro durante la representación, una empresa casi imposible teniendo en cuenta que no hay interludios ni tiempos indecisos.
Frederic Amat precisó que Oedipus Rex que es una ópera de la ‘incertidumbre, de lo oculto y de lo que se revela’. Los personajes principales -Edipo, Yocasta. Creonte, el Mensajero, Teresias, el Pastor y el Narrador- han sido concebidos ‘como estatuas vivientes dirigidas por fuerzas ocultas desde el más allá de la muerte que nos salpican y nos incumben’. […]
“El País” 29/06/2001